jueves, 18 de febrero de 2010

LOS HACES Y LAS SOMBRAS



ELEGÍA A UN PUEBLO

Pequeño pueblo, así te conocí.
Callejuelas estrechas de procesiones y misas,
de abuelos sudorosos en sillas de esparto,
contertulios en guerras, hambre y no encontrados,
cabezas agachadas al paso del señorito amo,
hembras de pies enlutados
hablando de ropa sucia en otros terrados.

Emborrachados, maldicen el tiempo que les ha
[tocado,
vida de pantano: cieno y barro;
aquellos que después de la victoria, habían sembrado
en la cara, el miedo a sus hermanos.

Hace tiempo que la plaza fue reformada,
vestigios de antaño,
y abierto el casino a los pies descalzos.

A pesar de los tiempos más sanos
en el cuerpo brilla el azul de la metralla,
heridas que supuran rencillas,
fétido hedor del nuevo alcantarillado.

Alguien plantó un sauce
en el tapial de la desesperada huella
donde se acuñó el metal,
cuneta florecida de amapolas,
disimulada piedra que marca el lugar.

He vuelto buscando la sombra del llorón
de la piedra clandestina,
golpes en la puerta del viejo caserón
esperando para este dolor
la medicina que me alivie;
y rascar la tierra con las uñas
devolviendo al pueblo su memoria
y enterrarte en tumba digna.

Que me he topado con la noche herida,
los cerrojos echados, las huertas vendidas,
el senil vecino sentado en la esquina,
más cansado y arrugado
con la levedad de los años gastados
me ha susurrado: no vuelvas al pasado.

Acariciando su palma mortecina,
levantando su mentón recién afeitado,
con el silbido entrecortado de mis labios
le he susurrado: sin memoria no hay vida;
y cabizbajo me he marchado,
sin saber cundo volveré
a este pueblo condenado.


Del libro los Haces y las Sombras (www.bubok.com y www.boludaca.bubok.com)

8 comentarios:

Marta dijo...

Felipe
pueblo perdido, sin remedio. Sin la memoria colectiva no hay esperanzas de futuro. No se puede construir este sobre el derrumbe de viejas heridas calladas y sangrantes.
Te envidio, yo seria incapaz de plasmar en palabras hechos tan feroces.
"Alguien plantó un sauce
en el tapial de la desesperada huella
donde se acuñó el metal,
cuneta florecida de amapolas,
disimulada piedra que marca el lugar.", genial, sin palabras.
petonets, sempre

Lola dijo...

Hola Felipe!,paso a darte mil gracias por el apoyo a Nunca Jamas!!; cada gesto es inmenso para todos esos chicos que tanto lo necesitan.
Millones de gracias!!

eMiLiA dijo...

Me hizo acordar a la canción "Pueblo Blanco" de Serrat.

Un abrazo!

Musaraña dijo...

Muy bueno!!

De verdad que hay verdaderas joyas escritas. "No hay vida sin memoria", me ha impactado. Esa frase me ha recordado un poema de Pepe Viyuela ("la luz en la memoria y en los dedos polvo de mariposa")....

No sé que se puede comentar de algo que ya habla por si mismo. Maravilloso!! Sigue así por favor

:)

Nieves LM dijo...

Qué bien escrito está. Enhorabuena y te sigo leyendo con todo mi interés. Un beso.

Gema dijo...

Si señor, sin memoria no hay vida... no hay aprendizaje, no hay evolución..

Pabloncho C. dijo...

Que hermosa elegía. Me hizo sentido y cierta conexión con lo último que he escrito.
Un abrazo desde la lejana Latinoamerica. Chile.
P.D: Gracias por tus condolencias jeje

AROAMD dijo...

Hola Felipe, quería ponerme en contacto contigo, pero no tengo tu email, es sobre el taller Bremen. Mi mail está en el perfil de mi blog.
Un abrazo.

Aroa