viernes, 14 de marzo de 2008

TRECE ROSAS

TRECE JÓVENES ROSAS


A mí madre del alba:
que las lágrimas no mojen tu almohada,
que la pena ahogue tus gritos
que esos hijos malditos
no festejen tu tristeza.
Que no muero por nada.

Madre, madrecita:
Te siento tan dentro
y quiero contarte tantas cosas.
Aun somos jóvenes rosas
rojas como la sangre
y no nos queda tiempo.

Una madrugada celeste
en el cementerio del Este
cortaron los tallos
marchitaron las hojas
de trece jóvenes rosas.

Madre, mí madre:
que el camino se me hará llevadero
que no agacharé la cabeza.
Erguida, con paso firme y entereza
recordaré los sueños
por los que hoy muero.
Y al final del camino, solo de ida,
que el tapial me sirva de apoyo
y cuando mi cuerpo caiga al hoyo
estaré para siempre viva,
por que no muero por nada.

“Que mi nombre no se borre de la historia”

Una madrugada celeste
en el cementerio del Este
cortaron los tallos
marchitaron las hojas de trece jóvenes rosas

martes, 11 de marzo de 2008

HOY VA POR TÏ

Mis padres la conocieron antes que yo, cuando vivían en la chavola de Palomeras, compartiendo muros con otros familiares donde el único espejo de sus vidas era el reflejo del agua en aquel pozo que tenían en el patio.
En aquellas calles de fango, barro comprimido a olor de pobreza, donde sortear los arroyos de agua de lluvia era parte del juego diario, donde el frío se compartía a la vez que la estufa de butano y el único calor posible era el humano.
Allí te conocieron y contigo compartieron sus vidas.
Años más tarde, cuando la pobreza cambio de lugar que no de sitio, nací yo y me acogiste como ya hicieras con los demás. Siempre dando lo poco que tenias y lo mucho que deseabas.
Contigo conocí el mundo, me abriste los ojos, me enseñaste lo poco que sé y me diste la oportunidad de crecer.
Los años de niño fueron maravillosos a tu lado y cuando ya crecí me llevaste a conocer la amistad, la solidaridad, el compromiso con los más desfavorecidos. Contigo recorrí las calles de aquellos años de reivindicaciones. Mi primera batalla naval fue a tu lado enfrentándonos a la fuerza de los grises y recordando mi primera película de artes marciales en el cine San Diego, como intentando idolatrar al protagonista y así hacer frente a esa muralla de policías que no nos dejaban pasar.
Tu me presentaste, en aquella fiesta del instituto, a mi gran amor con el que todavía hoy vivo y comparto mis ilusiones.
Han sido muchos años de felicidad a tu lado, también de tristeza.
Contigo vi desaparecer el calor de la gente que se sentaba en el poyete de sus casas con el resto de vecinos aquellas noches de intenso verano, la destrucción de aquellas chavolas que ayudaste a construir con el miedo a flor de piel, aquellos botellines de cerveza en el “Quesada” o en el “Pueblo”acompañados de patatas y boquerones.
También estuviste a mi lado cuando Manuel nos dejó de sopetón, sin esperarlo. Con su marcha nos quedamos sin los mítines en la plaza Roja, sin los chatos de vino en la casa del Pueblo, en la calle la Concordia, sin la pegada de carteles en época electoral, sin las fiestas del Carmen.
Siempre serás mi recuerdo, vaya donde vaya, siempre te llevaré en mi corazón, por que eres parte de mí.
Volvemos a tener gobierno socialista, Manuel estaría contento, y en el rostro de la gente del barrio se vislumbra esperanza, ganas de volver ha hacer cosas.
Por eso hoy quiero dedicarte las palabras de este blog, por los momentos buenos y otros malos que hemos pasado juntos, por la gente a la que has ayudado, por lo pasado y por lo que vendrá.
Hoy este comentario va por ti: VALLECAS

miércoles, 5 de marzo de 2008

RECUERDO

Por la calle de las vueltas, camino de los olmos
rememoro tu falda de cuadros verdes y rojos
y tu cruz dorada pegada al pecho.

Y veo las fotos de aquellos tiempos
robando albaricoques de los huertos.
Pié desnudo a orilla del pantano
y sudor polvoriento, agarrados de la mano.

Y que tristes fueron en Madrid los inviernos
tan lejos del sol, del olor de las calles del pueblo,
de los rincones oscuros donde los besos
sellaron para siempre el recuerdo.

Y paseo por el Retiro, suelo de hojas de otoño,
miro, doy la vuelta y miro y no te veo
ni tu falda de cuadros, ni los paseos por el huerto.

Y ya no son mis manos las que aprietan tus dedos
ni mis palabras, ni mis sueños.
Que son otras manos y otras letras
que son otras miradas, otra presencia.
Que hemos crecido tanto como la ausencia de aquellas tardes de promesas.

sábado, 1 de marzo de 2008

HAY AUSENCIAS

No conozco a los poetas que hoy nos cantan
no conozco las palabras que reflejan
hay ausencias...
Acallaron sus voces las guerras
sus ojos se tornaron en tristeza
hay ausencias...
Sus tripas se hincharon por el hambre
sus uñas rasgaron la tierra con sangre
hay ausencias...
Sus hijos parias esclavizados
ante la ignorancia pasiva de sus hermanos
hay ausencias...
Efímeros días de claros y tormentas.


Cuando estudiaba en el instituto García Morente, al lado del Pozo del Tío Raimundo, tuve la oportunidad de leer, entre otros, a Miguel Hernández, Antonio Machado, Federico García Lorca, Pablo Neruda, León Felipe, etc.
Con todos ellos tuve la sensación de identificar en cierta manera, el compromiso social e ideológico que yo también tenía, salvando, evidentemente las distancias, por aquella época, la Libertad, la Paz, la Igualdad, el compromiso con los más desfavorecidos, eran parte de mí juventud y de mí lucha.
Hoy creemos que esos compromisos están ya conseguidos, que nuestras preocupaciones van más allá, que hemos alcanzado la cúspide de la pirámide de Maslow.
Nada más lejos de la realidad, solo hay que mirar un poco más de nuestro circulo, para darnos cuenta que la libertad es muy ambigua, que todavía hay pueblos oprimidos, presos políticos. Que la paz es para algunos pocos, que el resto sé vate en guerras que no van a ningún lugar, en muertes en nombre de no se sabe que Dios. Que todavía hay diferencias entre ricos y pobres, blancos y negros, hombres y mujeres. Que hay hambre, que no hay techos que cobijen y medicinas que curen a gran parte de este nuestro mundo.
Y a pesar de ello, algunos gozamos de “Libertad”, “Paz”, “Igualdad”, todo claro está, entre comillas y no somos capaces de girar nuestra cabeza y ver como están los demás.
Para colmo ya no hay poetas que nos recuerden y nos hagan razonar, que todo es posible y todo se puede cambiar.
Esperó que este año, que apenas a comenzado, acalle las voces de los que NO recuerden a los poetas.