lunes, 7 de diciembre de 2009

domingo, 29 de noviembre de 2009

NOCTURNE

Llueve en Madrid


martes, 27 de octubre de 2009

UN RELATO

EL RETRATO DE DON AVELINO

Abrió el portón ajustando sus fuerzas al peso que aparentaba tener aquel umbral de hierro forjado, pintado del color de las praderas que paradójicamente escaseaban en este lugar tan seco y desértico.
Llegó como el que llega a un bar abandonado en el lateral de una carretera, asustadizo y sin saber que pedir, con la certeza de no encontrar lo que busca. Mucho tiempo ausente, ausente en los recuerdos. Había perdido la conexión con su presente, pero ahí estaba, dispuesto a enfrentarse a su último reto, a su último destino.
Regresó envuelto en una sombra perdida, más viejo y más cansado. La ciudad le trató con desprecio, con soberbia, y en su cuerpo se dejaba notar el trasiego, la humillación del transeúnte acobardado ante el ruido, la contaminación, el peregrinaje de sus congéneres atrapados en el subsuelo de un vagón de tren.
Pero allí estaba él, con su abrigo nuevo y su sombrero aterciopelado, taciturno, vagando por las estrechas y sinuosas callejuelas del cementerio. Sus pasos, dirigidos por el misterioso deambular de los ausentes, le condujeron firme y erguido hacía su tumba. En el reflejo del cristal de uno de los panteones vio su figura enjuta, y un mechón de pelo canoso que sobresalía de su preciado sombrero no le dejó la menor duda: había envejecido.
Se resignó y pensó que volvía a una existencia apátrida, a un lugar perdido en la memoria donde el lujo y los bienes conseguidos no tienen sentido, donde el valor de lo material no se puede canjear. La repentina lluvia y el inesperado viento le despojaron de sus miserias, apareciendo en el reflejo del cristal la estampa entreverada de su propio espectro. Miró a su alrededor con tristeza y recordó el tiempo pasado. No encontró respuesta a su existencia, ni un ápice de placer en lo vivido. Estaba solo. Solo ante su tumba, aferrándose a ella. Solo ante la polvorienta y sucia tumba. Sacó un pañuelo bordado con sus iniciales y con mimo y delicadeza lo frotó sobre una agrietada fotografía, aquel retrato que dejó paradas las horas. Ensimismado en sus quehaceres no dudó en hacer un giro de improviso ante el crujir de la hojarasca que el caprichoso viento acumuló en sus pies y se quedó atónito frente a la marmórea palidez de aquel rostro que, sin saber de dónde había salido, tenía tras él, y que no dejaba de mirarlo fijamente. Enseguida cayó en la cuenta de la visita; era el carcelero de las ánimas, el enterrador, que se había quedado petrificado mirando de soslayo la tumba y a don Avelino, que seguía frotando con su pañuelo bordado la vieja fotografía.
La voz ronca y entrecortada del enterrador se dirigió a él con un ligero silbido tembloroso en los labios, y le saludó, esbozando una sonrisa incrédula –Buenos días, don Avelino. Sin dejar de mirar la fotografía le señaló con su dedo índice, tartamudeando -es usted, usted es el que esta ahí enterrado- y tuvo que apoyarse ante la fragilidad de sus piernas: era el fantasma de don Avelino, la reencarnación de su alma, el cuerpo presente de su ánima, la visita del más allá... Y así continuó el pobre enterrador intentando desentrañar el misterio.
Don Avelino no pudo reprimirse, y cortó de golpe la verborrea del enterrador con una brutal y escandalosa carcajada ante la mirada desconcertada del jovencísimo sepulturero.
-Llevas poco tiempo en este oficio, posiblemente lo has heredado de tu padre, el cojo, y tu imaginación es propensa a lucubraciones sacadas de alguna mala película o de algún programa de medianoche con psicofonías y almas que están en el limbo y no encuentran la paz después de la muerte. - Mal oficio has elegido, jovenzuelo. El enterrador escuchaba desconfiado y se distanciaba ligeramente de lo que todavía consideraba un alma perdida.
-Entonces, el retrato ¿de quién es? ¿ es quizá su hermano gemelo, o su padre del que tiene los mismos rasgos físicos?-interrogó el joven.
-Me marché del pueblo hace mucho tiempo sin intención de volver. No tengo familia ni descendencia. Estoy tan sólo como tú entre las tumbas y las flores marchitas. Y, Cuando yo muera, ¿quién me acompañara en este definitivo camino? ¿quién velará mi cuerpo, quién guardará mis recuerdos y llorará mi ausencia?. Cuando muera este hombre para todos extraño, ¿de dónde vendrán las manos que limpien este nicho?, ¿quién se encargará de poner flores frescas? Nadie. Porque no habrá nadie que sienta mi ausencia, estoy solo. Y sabiendo que el camino se estrecha y que el tiempo me ha de poner en el otro lado, que suena la danza de lo inevitable, he vuelto solo como me fui, para comprobar que sigue estando ahí lo que hace muchos años dejé, el último recuerdo de lo que soy : mi fotografía.
Y siguió, con su pañuelo bordado y una tenue sonrisa, sacando brillo a aquel misterioso retrato en sepia.

jueves, 22 de octubre de 2009

OTRA CANCIÓN

MEMORIA

Quiero contarte una historia
que un anciano me relató
temblándole la voz,
temblándole la voz.

Caminaba él por un sendero
cuando alguien gritó,
hasta el alma le tembló,
hasta el alma le tembló.

A punto estuvo de yacer
cuando a todos vio descender,
arrugadito se quedó,
arrugadito se quedó.

Oyó las detonaciones
y el golpe seco de un cuerpo caer,
paralizada se le quedó la piel,
paralizada se le quedó la piel.

De repente una mirada le atravesó
y el guiño de un primo hermano le salvó,
allí plantado miró,
allí plantado miró.

Él solo recuerda
el montículo en la cuneta,
de lo demás se olvidó,
de lo demás se olvidó.

Hoy me lo cuenta,
la memoria volvió,
postrado en esta cama,
diciéndome adiós
y el lugar exacto
para que puedan descansar los dos.

jueves, 8 de octubre de 2009

UNA CANCIÓN

MI VIEJA COMPAÑERA

La noche se echó de repente
mirando hacía atrás, para verte
hermana de amores y aguardiente

soñando con volver a acariciar
tu cuerpo redondo y recordar
lo que fuimos en este lugar.

Se apagan las luces, silencio
me tiemblan las manos, es el comienzo
un nuevo amor, un nuevo sueño

un nudo en mi garganta
me ahoga, me atrapa
y el sudor me delata

que ya no eres tú, no son las mismas notas
las ovaciones han quedado rotas
cuarteadas como aquellas viejas botas

de los comienzos, de aquel presente
y como una luz, un rayo, de repente
te acercaste, besaste mi frente

y me diste mi gastada guitarra,
la acaricio, la beso, me agarra
queriendo compartir esta velada

y ahora si, los ojos se empañan
de mi voz ronca se desentraña
una canción de hoy y de mañana,

no soy nadie, sin mi vieja guitarra
de amores y aguardiente, mi hermana.

jueves, 1 de octubre de 2009

ANGED

LA DICTADURA DE “ANGED”Y SU CAUDILLO “EL CORTE INGLÉS”

Como en toda dictadura existe un principio que hay que seguir a rajatabla y este no podía ser otro que el control de los medios de comunicación y la creación de asociaciones de trabajadores bajo el seudónimo de sindicatos obreros o, coloquialmente, sindicatos verticales o amarillos, para así tener a la plebe controlada. No hay que olvidarse de la herramienta principal: el miedo.
En el ámbito laboral el miedo viene principalmente por quedarse sin trabajos(en estos momentos de crisis más: más miedo), a las presiones, al acoso laboral, a la movilidad funcional.
En el terreno de los medios de comunicación el miedo va de la mano de la publicidad; que se corte el grifo de los contratos millonarios en radio, televisión y medios escritos es una putada. Si todo esto se aliña con fundaciones, apoyo a la Cruz Roja, un espacio para la ayuda contra el cáncer, regalitos a algún que otro político, deferencias a escritores y periodistas, amenazas al gobierno de turno con despidos masivos y algún que otro espacio cultural en algún que otro periódico digital, pues esta claro, la mezcla hace intocable a la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución y a su caudillo. Un poder paralelo al que nadie quiere meter mano.
Un gobierno en el que sé atenta contra los principios básicos de los trabajadores, reconocido en la Constitución y él en ET: libre sindicación, negociación colectiva real y no la pantomima a la que están acostumbrados, derecho a la adopción de medidas de conflicto colectivo, al respeto a la intimidad y a la dignidad, a un trabajo digno y de calidad y por supuesto un sueldo digno y sobre todo a una jornada de trabajo que permita el derecho a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, al descanso: a vivir.
Un gobierno a la sombra dentro de un Estado de Derecho que se permite el lujo, junto a sus correligionarios amarillos, de aprobar un convenio colectivo más cerca del siglo XIX que de este mal llamado Estado del Bienestar.
Un convenio que va ha desrregularizar la jornada laboral, permitiendo que un trabajador haga una jornada de nueve horas, más una de descanso para comer, más una de transporte público, estando fuera de su entorno familiar hasta una media de doce horas, trabajando casi sesenta horas semanales cuando la empresa lo considere oportuno, liberalizando los horarios gracias a los Comités Intercentros controlados por los susodichos amarillos.
Un convenio con un incremento salarial solo para el 2009 de un 2% sobre el salario base(843 €)haciendo desaparecer la cláusula de revisión con respecto al IPC, acercándonos por tanto al salario mínimo interprofesional.
Un convenio que hace desaparecer el derecho que teníamos a cobrar los tres primeros días de baja cuando enfermamos.
En definitiva un convenio hecho a la medida de la patronal, tercermundista y no ha derecho, con condiciones inferiores a convenios anteriores, donde tenemos que pagar los platos rotos de la crisis los trabajadores, en empresas que a pesar de la bajada en el consumo y en las ventas ha seguido teniendo beneficios con cifras de negocio de millones de euros y nuevas aperturas y /o ampliaciones de los centros existentes.

Pero de esto no habla nadie, no interesa a los grandes diarios nacionales ni a los periódicos digitales, no vaya a ser que les retiren la publicidad.

SEAN CAPACES SIEMPRE DE SENTIR, EN LO MÁS HONDO, CUALQUIER INJUSTICIA REALIZADA CONTRA CUALQUIERA, EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO. ES LA CUALIDAD MÁS LINDA DEL REVOLUCIONARIO.(Ernesto Che Guevara)

martes, 3 de marzo de 2009

EL MUNDO EN UN PAPEL, MI VIAJE

Hoy me he asomado a la azotea del tiempo transcurrido, a la mirada del pasado aprendido; ese que deja huella.

Hace un año emprendí un viaje del que no tenía seguro el billete. No sabía si me iba a bajar en la primera parada, si el equipaje era suficiente para tan largo recorrido, si las personas con las que compartiera este viaje y me encontrara por el camino iban a estar dispuestas a aceptar mis contradicciones, mis paranoias, mis sueños y esperanzas.
Al emprender este viaje decidí abrir mis sentimientos, esos que se guardan bajo llave, sin esperar, que algún peregrino de esta ruta, recogiese este testigo que lanzaba y caminar juntos por esta senda de la vida; hay un anuncio publicitario que reza: lo que te defraudará de esta vida, es lo corta que es. He aprendido muchas cosas en este viaje y he recorrido parte del mundo que nos rodea.
En Argentina he bebido hierba de mate con una bombilla desgastada de tanta bondad, la bebida de la amistad(vos si que sabes vivir, vos sos la vida) En Chile he paseado por la Alameda recordando a Allende y canturreando a Jara, torcí la esquina por Ecuador antes de doblar por Uruguay.
He tomado chatillos de vino, olido las flores y sentido el calor del Sur de España, el verde frondoso y fresco del Norte me sirvió de cuna.
He quemado sueños en Valencia y acariciado la piel tersa y el repique de tambor en Teruel y en una ocasión brindé por el Sporting en Gijón.
He escuchado la dulce voz hecha canción de Maria del Sur y sentido el deber libertario de Juan Manuel Vela.
He paseado por las calles de “Madriz” con z como dicen los madrileños(esta frase es de Ismael Serrano) y me he asomado a los balcones de Cecilia, y con la voz escrita de un poeta “Serrano”(querido Rodolfo)he conocido a: Pablo(escrito en una piedra), Gelman(País que fue será), Biedma(todos, todos sus poemas), y tantos otros.

Este año he conocido de cerca, demasiado cerca, la pérdida, la inevitable marcha de la voz y la sonrisa, el final de la vida, el otro viaje...

K@ri desde Argentina me dejo un poema que suavizó mi garganta herida y Martona desde Girona me animó a continuar por este mundo de esperanzas(Petons, sempre)
GRACIAS
Ahora, después de un año complicado, me pesa la maleta y me he quedado sin voz de tanto gritar, gritar a la vida. Pero esto no es una despedida, es un hasta luego, por que gracias a vosotros y a este espléndido viaje, se me ha quitado el miedo a volar y estoy ordenando la mochila, para de nuevo, ligero de equipaje, emprender un nuevo viaje, del que espero de todo corazón, seáis mis compañeros en este Inter.-rail de los sueños.
Gracias a todos por compartir mi vida.

Argentina: Kari, Anakarenina, Valevi, Sole, Marcelo, Angi, Lucina, Andina, Miriam.
Ecuador: Gaby
Chile: Francisco Álvarez, Pabloncho Hario
Uruguay: Eclipse
Catalunya: Marta(Girona), Yraya(Barcelona), Javi(Barcelona), Regina(Barcelona), Rara(Girona), Isa(Barcelona), Javi(Ripollet)
Sevilla: Gema. Teruel: Eva. Valladolid: Andante. Zaragoza: Sara. Cartagena: My
Asturias: Saray. Santander: Laura. Gijón(Begoyrafa)
Madrid(Madriz): Álvaro, May, Azul(vallekas), Cecilia, Juan Manuel, Sigrid, Carlos vk, Alicia, Rodolfo.
También: Yo mismo, Olvido, Antonio, Paseando por tu nube, Difistinto, Mamapi, Mi despertar, Abril, Martes, Fernando Manero.
Y como no a la desubicada y joven Maria del Sur.

Gracias por este viaje, nos vemos en la próxima estación.

martes, 3 de febrero de 2009

TE DEJO MARCHAR

Todavía son recuerdos dolorosos; los momentos más tristes de una despedida.
Hacía frío, demasiado frío. Se que te gustaba la noche y como no podía ser de otra forma, de noche te marchaste; con el cambio de hora, como queriendo arrancar más tiempo a la vida, te dejaste llevar.
Aún siento el fino hilo de la exhalación, del último suspiro que marca el final, de la última mirada tras aquel cristal.
Me estoy consumiendo(a pesar de la apariencia); son imágenes constantes del dolor, de la desesperación, de no poder hacer nada, del último adiós.
Hoy he decidido”: Dejarte marchar”
A partir de ahora solo quiero recordar los momentos bonitos. Los domingos de “seiscientos” con tortilla de patata regada con bota de vino. Del agua cristalina del río, de la sombra del huerto y de las comidas familiares y de tu sonrisa. De los viajes por España, de las pensiones, de la playa. De las noches de Castillos(fuegos artificiales en la madrugada) y del chocolate “calentito” antes de irnos a la cama y, como no, de mi triciclo.
A partir de ahora solo quiero recordar lo bonito.

TE DEJO MARCHAR

Adiós, al definitivo adiós,
a aquel que se rememorará al alba
en las lagunas de lo incierto,
en la sequedad de mis ojos;
en el último retrato.

Adiós al después de todo,
al reflejo de mi asustada retina:
maduración del fruto perdido
infancia que se va con el último adiós de tu suspiro.
Silencio
silencio último después del todo.

Que he partido hacia aguas bravas;
se apago la luz del faro que me guía;
abismo al filo del tropiezo
en la última tormenta de mí vida.

El fotograma se ha revelado, contrapuesto,
sintiendo que no sientes
mis lloros y lamentos.

Adiós al fin
después del fin de todo.

Encallecida mi alma, esperpento
cicatriz que dejó tu silencio,
que he madurado, cuanto lo siento;
paso lento del tiempo, ausencias
que dejaron la infancia vendida.

Se ha desgarrado en la tierra,
en la luz, en la sombra:
las palabras secas de la noche;
no sé, donde llevarte mis manos,
¡allí tan solo! te hemos dejado,
fin de todas las palabras
después de la última bocanada.

Ahora solo queda el reflejo de las flores secas,
luz que ilumina el mármol,
lividez que quedara
siendo el niño tras tus pasos,
que al final de la gruta
estarás esperando.

Último aire,
fin de todo
lo que fue a mi lado.